El museo tiene dos partes, ya que una misma entrada implica dos visitas: a las cuevas, donde las brujas realizaban los aquelarres y el prado donde se reunían; y al centro de interpretación. Dicho centro está dedicado a las intervenciones de la inquisición contra las personas acusadas de brujería, en Zugarramurdi, un pueblo de Navarra situado en la frontera con el País Vasco y Francia. No es el único pueblo navarro donde se sufrió este acoso a “las brujas”, pero por el famoso Auto de Fe de 1610, Zugarramurdi destacó más que el resto y sus acontecimientos concernientes a esta caza lograron mayor reconocimiento, consiguiendo incluso el sobrenombre de “El pueblo de las brujas”.
RAZONES PARA VISITARLO:
Es un museo que hay que visitar, ya que también te da la oportunidad de estar en contacto con la naturaleza, de visitar unas cuevas impresionantes y disfrutar de los paisajes que le rodean, muy diferentes a los que estamos acostumbrados a ver pues esos bosques son los típicos de las zonas del Norte y, por lo tanto, no se encuentran en cualquier sitio.
Es un museo que hay que visitar, ya que también te da la oportunidad de estar en contacto con la naturaleza, de visitar unas cuevas impresionantes y disfrutar de los paisajes que le rodean, muy diferentes a los que estamos acostumbrados a ver pues esos bosques son los típicos de las zonas del Norte y, por lo tanto, no se encuentran en cualquier sitio.
Además de que es un centro muy original, diferente al resto por su temática y con un ambiente mágico; hace pensar y llegar a la conclusión de que realmente a lo largo de la historia siempre ha habido “cazas de brujas”, por unos motivos o por otros.
Inés Dolz
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