En el trastero de casa de mis
abuelos he encontrado todas las herramientas usadas para la matanza del cerdo.
Todo este proceso ha evolucionado hasta la actualidad, sustituyéndose el método
manual y con fines de autoconsumo por uno mecanizado e industrial. Esta
evolución ha supuesto que lo que antes eran herramientas manuales ahora sean máquinas y que lo que antes era
únicamente para el autoconsumo ahora también sea un sector industrial.
Los útiles de matanza eran
herramientas creadas a menudo por artesanos como el herrero, el carpintero o el
alfarero que podíamos encontrar en cada pueblo. Con la llegada de los procesos
industriales se han sustituido por máquinas fabricadas por empresas
especializadas, siendo algunas incluso importadas de otros países, dado su
grado de especialización o por ser patentes de empresas extranjeras.
En fin, en el caso concreto de
los útiles de la matanza tradicional
aunque todavía se usan en los pueblos, cada vez menos, casi se han convertido en
piezas de museo etnográfico. Los cambios en los métodos de conservación de los
alimentos, como la utilización del frío, la amplia variedad de productos
procesados del cerdo a precios muy asequibles, la emigración del campo a la
ciudad y los cambios en los modos de vida han hecho que la matanza del cerdo
sea una práctica de otros tiempos.
En el pueblo de mis abuelos la
Asociación Cultural “Cabezo Alto” ha recuperado la matanza tradicional hace ya
varios años para que las generaciones presentes podamos conocer esta tradición
y lo hace usando los mismos utensilios que he descrito en este trabajo.
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