He elegido el museo Miniatur-Wunderland porque es una de las cosas que más me gustaron de mi viaje a Hamburgo, en él, pude disfrutar del mundo en pequeñito. Yo he visitado pocos museos en mi vida, pero este es el que más me ha gustado (que aparte pueda recordar). Antes de elegir, comparé las distintas opciones que tenía en mente y busqué un poco sobre su historia, y el título de este, terminó de decidirme; significa País de las Maravillas en Miniatura.
Fuimos alumnos del viaje de intercambio a Alemania, y ha sido la única vez que he visto a todos mis compañeros (y a mí) hacer actividades llevándonos bien y respetando las normas, además de que el profesor alemán hizo que nos interesásemos más por el museo cuando nos presentó un reto, buscar la figura de dos personas desnudas, fue divertido.
Una de las razones para visitar este museo es el tren que circula por cada sección, mide 1.500 metros cuadrados, el más largo del mundo.
También puedes ir a este antes de visitar la zona de Hamburgo, porque es donde se encuentra y a la vez puedes ver todos sus monumentos para tomar la decisión de cual ver primero y cual no ver.
Pero la razón (para mí) más importante es, que yo me quedé impresionada con todo aquello, me fascinó ya que, aunque hayas ido a otros museos de miniaturas como había hecho yo, este es muy ameno y te motiva a seguir cada sección al simularte la realidad con esas luces que te indicaban si era de día o de noche.
También sorprende el hecho de que, al principio, (antes de entrar a las secciones de las diferentes áreas del mundo) te enseñan los diferentes modelos de automóviles, entonces, si eres turista, piensas que eso es lo sorprendente y te paras a hacer foto a todos los tipos, pero luego entras a las zonas que de verdad te fascinan y tienes incluso que borrar fotos de las primeras partes para poder abarcar todo.
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