sábado, 22 de noviembre de 2014

CÁMARAS FOTOGRÁFICAS, por Álvaro Larrey




 
 
Con el uso del celuloide comenzó la era del vídeo, pero también el uso de esas mismas películas en compactas cámaras fotográficas. Esto ocurrió sobre 1915, con el inicio de la primera guerra mundial que gracias a estas cámaras se pudo documentar con imágenes reales (Fotoperiodismo).
A partir de entonces las cámaras captaban más la atención del público por su fácil manejo y utilidad, pero aún eran caras y se necesitaba el revelado de los negativos (carretes) antes de que perdiesen calidad de imagen. Veinte años más tarde se comenzaron a utilizar con frecuencia las cámaras instantáneas, que utilizaban químicos muy sofisticados para revelar directamente la imagen en menos de un minuto.
Desde 1960 en adelante se empezó a hacer uso de la electricidad a la hora de tomar y almacenar imágenes (digitalización) pero esta tecnología aún no fue accesible para todo el público hasta el siglo XXI, con la comercialización de la primera cámara digital. Esta cámara hacía uso de un sensor muy novedoso, el CCD (Dispositivo de Carga Acoplada), reutilizable, capaz de convertir estímulos lumínicos en señales eléctricas, lo que permitió su almacenamiento.
He tenido algunos problemas a la hora de encontrar una buena colección para su estudio. Esto, aún siendo muy interesante, no fundamenta del todo la intención inicial del proyecto “Cuarto de trastos”, en el que se analizan los objetos y se fundamenta su evolución. Sin embargo, creo que la fotografía tiene una historia compleja y fascinante a la vez y es necesario conocerla para entender de verdad las cámaras y el arte de la imagen. Espero os haya parecido tan interesante como a mí.

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