1.- La primera llave tiene una antigüedad aproximada de 150 años y se trata de la llave de la puerta de entrada de la casa de mis tatarabuelos situada en El Villarejo (Terriente), pequeño pueblo de la provincia de Teruel. Se trata de una llave maciza de hierro y con unas dimensiones demasiado grandes e impensables para utilizarla ahora en la vida cotidiana. Todavía en la actualidad está en uso y se sigue manteniendo tanto la puerta, como la cerradura y la llave originales. La casa sigue estando habitada, aunque no de forma continua, por la segunda, tercera y cuarta generación de mi familia, dado que mis bisabuelos todavía habitan en las épocas estivales.
2.- La segunda llave pasa a ser en su estructura un poco más ligera que la anterior, siendo también de otra puerta de la misma casa pero mucho más moderna en el tiempo. Ésta viene a tener una antigüedad de alrededor de unos 80 o 90 años, dado que es la llave que abre la puerta del armario de una habitación que se acondicionó sobre los años 20.
3.- Por último la llave más ligera, de menor tamaño y textura más lisa es la que en la actualidad se utiliza para la gran mayoría de cerraduras. Manteniéndose desde hace muchos años en uso dado que es muy manejable.
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