Desde el siglo XVI en adelante la evolución ha sido tal que hoy en día tenemos relojes para todos los gustos y usos. Desde algunos que aún se conservan de arena, hasta relojes digitales que te miden hasta las pulsaciones. Yo voy a hablar de los relojes más míticos de mi familia, que han pasado por diferentes épocas y casas, se han conservado hasta hoy en día y aún funcionan.
Este reloj tiene casi 100 años de historia y sigue funcionando. Lo compraron mis tatarabuelos en el año 1919 en la relojería de Monreal del Campo. Este reloj se fabricó en Alemania y en la fabrica trabajaban más de 7000 empleados, y producían alrededor de 1500 relojes diarios, aunque este último dato no se puede saber con exactitud. Este reloj lo tuvieron mis tatarabuelos en su salón durante casi 25 años.
Cuando mis tatarabuelos fallecieron, este reloj se lo dejaron en herencia a mi bisabuela, quién lo mantuvo con ella prácticamente hasta su muerte, cuando lo heredo mi abuelo hará ya unos 6 años. Desde entonces lo tiene mi abuelo en su salón y según me ha dicho, no se le ha parado ni una sola vez. Tiene intención de que dure alguna generación más y ojalá así sea.
Este reloj es más reciente, ya que tiene casi 30 años de historia. Este reloj no ha cambiado de dueño, pero si de casa, mas ha estado en una casa 10 años y en la actual lleva 20. Este reloj, como el anterior, pertenece a mi abuelo y será heredado por sus hijos si sigue funcionando. La peculiaridad de este reloj recae en que cada hora golpea tantas campanadas como horas marca y cada 15 minutos también suena 1 campanada.
La principal diferencia recae en que un reloj va a cuerda y este último va a pilas. El antiguo está fabricado en Alemania, mientras el último lo está en España. Uno lleva recorridas ya 3 generaciones mientras otro lleva de momento solo una. Al primero mi abuelo le tiene más aprecio que al segundo, ya que es más antiguo, pero más o menos los dos le gustan mucho.
Según he podido comprobar, cuando el primer reloj fue comprado era de lo mejor que había en la época. Actualmente está visto como una reliquia, lo que hace unos 100 años era moderno. Algo parecido pasa con el otro reloj, con el que hace 20 años se comercializaría mucho mas que ahora. El primer reloj ha estado en tres lugares diferentes: Monreal , Canadá y Teruel, y el segundo en dos casas diferentes.
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