jueves, 20 de noviembre de 2014

PLANCHAS DOMÉSTICAS, por Marta Toledo

Las planchas más antiguas que he encontrado son estas dos. Pertenecían a mi abuela y actualmente decoran su casa del pueblo. Como se puede observar en las fotografías, estaban hechas completamente de hierro, por lo que pesaban bastante para su pequeño tamaño. 
Funcionaban calentando la base aproximándolas al fuego del hogar y cuando estaban suficientemente calientes, se procedía al planchado de las prendas. Su mayor inconveniente era que se enfriaban enseguida, por ello se solían utilizar dos planchas y mientras se planchaba con una, la otra se iba calentando.
La siguiente plancha es esta, no pertenecía a mi abuela pero la heredó de una de sus hermanas y la colocó en su casa como elemento decorativo. 
Se utilizaba introduciendo brasas de carbón o de leña en su interior, por medio de las cuales se calentaba la superficie de planchado. Gracias a esto, se podía utilizar una sola plancha ya que si se enfriaba solo había que cambiar las brasas por unas nuevas.


Esta es la siguiente plancha. Es la única que actualmente no se encuentra en casa de mis abuelos, sino que está en Ojos Negros y pertenece a otra de las hermanas de mi abuela, que me explicó cómo se utilizaba. 
Fue la primera plancha eléctrica, funcionaba con un voltaje de 125 voltios. Se conectaba a la red eléctrica que calentaba una resistencia alojada entre la suela y el cuerpo de la plancha. El mango podía ser de madera y posteriormente, de plástico. Su mayor ventaja era que la plancha permanecía caliente mientras no se desconectara de la red y el calor era constante.
Este modelo ya existe en la actualidad. Su funcionamiento consiste en la salida de vapor de agua a partir de unos orificios practicados en la suela de la plancha, de forma que este vapor moldea más fácilmente las prendas a planchar. Disponen también de un pequeño depósito donde se pone agua destilada con el fin de al calentarse, producir dicho vapor.
 La plancha más reciente es esta, conocida como centro de planchado. Su funcionamiento es similar al de las planchas de vapor, con la ventaja de que estas alojan el agua en un calderín independiente para conseguir una mayor presión y más flujo de vapor de agua. Además al no alojar el depósito en su interior, estas planchas son más manejables y ligeras.
Siguiendo la evolución descrita anteriormente podemos observar que las labores de planchado de antaño eran mucho más duras y la gente de entonces debía de invertir gran cantidad de tiempo en ellas. 
Otro punto a destacar es la evolución en la manera de calentar la suela de la plancha, pasando de materiales rudimentarios (carbón y leña) a la electricidad, y la incorporación del vapor de agua, que supuso un gran ahorro de esfuerzo y tiempo. 
También influye el material con el que se fabrican las suelas de las planchas, pasando desde el hierro, por el acero inoxidable, aluminio, teflón, etc. Siendo cada uno de estos de mayor conductividad que el anterior, por lo que la cantidad de energía necesaria para calentarlo es menor.
Por ello, creo que la evolución de este electrodoméstico ha sido positiva ya que ha permitido que actualmente las labores de planchado doméstico sean mucho más cómodas y eficaces. 

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