domingo, 23 de noviembre de 2014

EVOLUCIÓN DE LA AGRICULTURA, por Andrea Hernández


En lugares como Visiedo y Galve , pequeños pueblos de la provincia de Teruel de los cuales yo procedo, la agricultura junto a la ganadería ha ocupado siempre una de las principales fuentes económicas tanto que en la actualidad el 80 % de la población vive de esta actividad.
Generación tras generación mi familia paterna se ha dedicado a la agricultura y a la ganadería ovina, lo que me ha permitido tener acceso a diferente utillaje utilizado por estos a lo largo de los últimos 200 años y a la maquinaria actual. Esto ha sido posible ya que mis abuelos han guardado todo esta maquinaria antigua en los graneros o llamados ahora trasteros, en los cuales se guardaba el trigo tras la cosecha en sacos. Actualmente el grano se almacena en grandes naves de cooperativas.
Solo hay que comparar la maquinaria antigua expuesta, toda manual y tirada por animales, con las grandes máquinas que se utilizan ahora, que en poco tiempo realizan el trabajo que antes costaba un día entero.
Gracias a la tecnología se han creado máquinas capaces de trabajar grandes superficies de terreno en muy poco tiempo. 
La industria química ha creado abonos que permiten que la cosecha sea más rápida y más abundante. También han creado una serie de pesticidas que evitan el contagio de la cosecha por diversas plagas, aunque esto hace que la cosecha no sea ecológica. Esto ha permitido que haya gran variedad de semillas dentro de cada cereal.
Esto también ha hecho que el número de trabajadores en este sector se reduzca y trabajen en mejores condiciones.
Todo esto conlleva a que el agricultor tenga mejor calidad de vida y por lo tanto mayor tiempo libre.
El proceso de trabajo de la tierra es básicamente el mismo, pero se realiza sin esfuerzo físico y de forma más eficaz, por lo que se obtiene mayor rendimiento por hectárea y mayor beneficio económico.
La reducción de trabajadores agrícolas y ganaderos afecta principalmente a la despoblación de los pueblos y va a llegar un momento en que la mayoría de los pueblos se queden sin habitantes. 
Por otro lado la población joven que se dedica a este sector es cada vez menor, por lo que en los pueblos comienza a reducirse la natalidad. Un claro ejemplo es el pueblo de Visiedo en el que actualmente en el colegio hay cinco niños y posiblemente al año que viene desaparezca. Todo lo contrario ocurre en mi otro pueblo, Galve, que aunque cuenta con 150 habitantes tiene 27 niños escolarizados, esto es debido a que existen otras fuentes económicas además de la agricultura como son el turismo y la minería.

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